Quitando el agua, el vino es una de las bebidas más antiguas desde el principio de los tiempos, y los vecinos se juntaban para hacerlo juntos en lagares públicos.
EL MOLINO DE FUENCALIENTE
El molino de Fuencaliente siempre desempeñó una función importante para nuestros pueblos, moliendo el trigo que se convertiría en harina y después en pan, y los cereales forrajeros sembrados para el ganado.
Historia del Juego Pelota.
Lanzar una pelota contra una pared o un roquedal y recogerla al volver rebotada, puede ser uno de los deportes más antiguos de la humanidad que ha llegado hasta nuestros días.
Octubre, tardes de sol y días enteros entrados en agua.
El mes de octubre es uno de los más bonitos del año, después de los calores intensos del verano, y antes de que el calendario nos traiga los rigores del invierno.
La vendimia
La recogida de las uvas se celebra en todos los pueblos como si fuera una fiesta, al son de cantares populares salidos de la alegría producida por la abundancia de la cosecha.
Memoria de lo que el aire puebla.
Imposible atrapar con la red de las palabras la potencia evocadora que tiene el sentido del olfato para anclar nuestras vidas un instante, a una experiencia que se nos hace inolvidable.
Carta abierta al Ayuntamiento de Fuentearmegil en defensa del agua como un derecho irrenunciable.
La abundancia de agua que siempre hubo en nuestros pueblos está corriendo el peligro de agotarse por sobreexplotación, y debemos evitar que se produzca el desastre ahora que todavía podemos hacerlo.
Septiembre, el final del verano y el principio de muchas cosas.
Septiembre es el mes de descanso en muchos pueblos, con la celebración de las fiestas populares, después de las tareas de la cosecha y antes de empezar con la nueva sementera.
Guindillas en vinagre, una experiencia memorable.
En nuestra tierra la parte de la vega se sembraba de alubias y patatas, pero se reservaban pequeños huertos cerca de los pueblos para poner hortalizas, que eran un manjar en nuestra mesa.
Aquellas tardes soleadas en los huertos
El terreno más fértil del pueblo se reservaba para la siembra de la hortaliza y árboles frutales, y cada vecino tenía un trozo ara el cultivo de sus necesidades familiares.