Carta abierta a mi abuelo Santiago y a mi abuelo Juan con motivo del centenario de la compra de nuestro pueblo.
Queridos abuelos:
Espero que podáis leer mi carta allá donde quiera que os encontréis ahora, y que vengáis a conmemorar con nosotros aquella hazaña inmensurable que tanto ha beneficiado a nuestros pueblos.
El día 2 de abril de este año se cumple el primer centenario de la compra de los cuatro pueblos que forman el Coto Redondo de Fuentearmegil, y queremos daros las gracias a todos los hombres y las mujeres que en 1924 conseguisteis romper las trabas de la esclavitud que estabais sufriendo. Si no hubiera sido por el valor demostrado nosotros no habríamos podido vivir liberados del sometimiento histórico y disfrutar de mejores condiciones de las que vosotros pudisteis hacerlo.
Queremos daros las gracias por el trabajo duro soportado para responder a la deuda económica de la compra, para roturar las tierras de labor desamparadas y para canalizar el agua permitiendo el riego de las zonas de vega. Daros las gracias por la entereza en tiempos de guerra y la hambruna de la larguísima posguerra. Fueron tiempos de estrecheces y padecimientos, pero mereció la pena.
Los que tenemos suficiente edad para poder hablar de ello recordamos el frío que pasábamos de niños en aquellos largos inviernos arrimados a la lumbre, yéndonos a la cama con una piedra caliente arrebuñada en un retal para no congelarnos entre las sábanas remendadas, las meriendas de pan mojado en vino o agua con un reguero de azúcar, y las comidas guisadas con sebo y pimentón con un ajo machacado como único aderezo. Las yuntas de bueyes formaban parte del paisaje de nuestros campos, y detrás de cada arado, de cada vertedera, de cada carro, estabais vosotros enderezando el surco y manejando la carga.
Con vuestras manos y vuestro sudor hicisteis de madera los puentes de ríos y arroyos, las fuentes públicas donde llenábamos botijos, cántaros y calderos. Hicisteis de adobe el primer ayuntamiento y la primera casapueblo para juntaros en concejo y tomar las mejores decisiones para el bien común de todos.
Pasados los difíciles años cuarenta y cincuenta, en los sesenta llegó la concentración parcelaria que jamás hubiera llegado sin que antes no hubierais dado vosotros el primer paso, y nuestros pueblos se modernizaron hasta hacerse irreconocibles. La mecanización del campo borró para siempre la fatiga de las tareas más pesadas, los flamantes electrodomésticos hicieron más confortables las viviendas, y los medios de comunicación nuevos facilitaron unos conocimientos y una formación que tradicionalmente estuvo muy lejos de nuestros pueblos.
Las condiciones de vida mejoraron de tal manera que en nada se parecen a las que llevasteis vosotros.
Honor a todos los vecinos y vecinas compradores del coto redondo de Fuencaliente, Santervás, Fuentearmegil y Zayuelas, de quienes recibimos tanto. En este año 2024 en el que celebramos con orgullo vuestra epopeya, queremos daros las gracias porque pusisteis los cimientos de progreso y libertad que hoy disfrutamos vuestros descendientes. No fueron baldías las penalidades que padecisteis porque vuestros hijos, vuestros nietos y biznietos no lo hemos olvidado, sabemos todo lo que os debemos, y os llevamos en el corazón para siempre.
Gracias Eutiquio por ese escrito de agradecimiento hacia nuestros antepasados al celebrarse el primer centenario de la adquisición de las tierras del Coto Redondo que hicieron posible una vida mejor que nosotros gracias a ellos hemos heredado .Hago mío totalmente tu escrito y una vez más GRACIAS a los que sin tener apenas nada nos dieron todo.