En nuestra tierra la parte de la vega se sembraba de alubias y patatas, pero se reservaban pequeños huertos cerca de los pueblos para poner hortalizas, que eran un manjar en nuestra mesa.
Autor: Eutiquio
Aquellas tardes soleadas en los huertos
El terreno más fértil del pueblo se reservaba para la siembra de la hortaliza y árboles frutales, y cada vecino tenía un trozo ara el cultivo de sus necesidades familiares.
El grito unánime de los pueblos reclamando el derecho al agua.
Existen ocasiones en la vida n las que las personas tienen conciencia de su compromiso con los demás defendiendo el bien común de todos. La defensa del planeta es uno de ellos.
Agosto, tiempo de luz y de cosecha.
Agosto nos transmite sensación de apoteosis y culminación de todas las promesas; cumbre más alta de las cuatro témporas y satisfacción del trabajo bien hecho que llega a buen término.
Dos rogativas de antaño salvadas del olvido de los años.
La melodía y la letra de las canciones populares, fueran religiosas o profanas, han servido a lo largo de la historia como relicarios espirituales de los valores culturales de los pueblos.
Tiempos de trilla y bielda.
El desgranado de las espigas y troceado de la paja, la bielda del cereal y su recogida en pajares y trojes, culminan cada verano el largo proceso de la cosecha.
Tiempos de siega a hoz y zoqueta.
Recordamos la época de la siega en los años 30 y 40 del siglo pasado en nuestros pueblos, en honor a los hombres y mujeres que soportaron de sol a sol la dureza de aquel trabajo.
Julio, tiempo de plenitud y abundancia.
El verano es el período de disfrutar de las vacaciones, pero también es el tiempo de la recogida del cereal, mucha fruta y la mayoría de las hortalizas de nuestra mesa.
Esquiladores trashumantes.
Durante siglos hubo cuadrillas de esquiladores llegados de lejanas tierras que cruzaban Castilla esquilando ovejas, yendo andando de pueblo en pueblo en busca del jornal diario, con mucho esfuerzo y poca ganancia.
Coger cangrejos en temporada de veda
La pesca de cangrejos era un recurso natural ofrecido por el campo, y siempre fue aprovechado de manera prudente, procurado no romper el equilibrio de la naturaleza para no esquilmarlos.