Nos gusta nuestra tierra

Han pasado ya casi quince años desde que alrededor del cambio de siglo Eutiquio Cabrerizo abrió esta página web que muchos visitamos porque habla de nuestras cosas y nos trae a la memoria recuerdos de nuestros pueblos. A los que vivimos fuera nos gusta saber que internet también habla de historias que conocemos, encontramos fotos de sitios en los que hemos vivido y recoge nuestras costumbres y las costumbres de los que vivieron en nuestros pueblos antes que nosotros.

Todos podemos colaborar con él de alguna manera, mandándole escritos para que los ponga en la web, como yo mismo hago de vez en cuando, o mandándole algo en un mensaje para que le dé forma, adornándolo un poco antes de subirlo a la red.Más adelante pongo un dicho que se decía en estas fechas. Nuestros pueblos eran abastecidos por los tenderos de Fuencaliente, el Sr. Matías García y sus hijos Félix y Victorino, Evaristo Lobo de Fuentearmegil, de Berzosa, los señores Anselmo y su hijo Macario, así como de Abrahán, años más tarde fueron Eutiquio García y Pedro de Fuentearmegil. Con anterioridad venían también de Ucero. Eran tiendas pequeñas pero tenían casi de todo. Llevaban a los pueblos sus mercancías con sus banastas y sus galeras, y las vendían o eran pagadas con trueques a cambio de huevos. Algunos vecinos tenían rebaños, y por lo tanto solían tener alguna piel de oveja o cordero, o de conejo y liebre, y los tenderos se las compraban o hacían trueque.

El mes de marzo es bastante irregular por el clima, lo mismo tienes un espléndido sol como alguna helada, y los abundantes algarazos de granizo o de nieve. También son abundantes las lluvias y fuertes vientos. Son famosos los Algarazos de Marzo. Además existen dos estaciones: final del invierno y comienzo de la primavera. Para las aficionadas o aficionados, también tiene dos horóscopos este mes: veinte días del signo Piscis y once de Aries.

La ganadería era abundante, sobre todo los rebaños de ovejas. En casi todos los parajes de nuestros campos, había un pastor o pastora cuidando ovejas. Eran años muy duros en todos los conceptos. No teníamos relojes, se trabajaba de sol a sol. A medida que los días alargaban y los trabajos también. los piensos se terminaban. En los campos no había suficiente pasto para los ganados, y bastantes corderillos morían antes de tiempo. Había un dicho en nuestros pueblos entre el 19 de marzo fiesta de San José y el 25 fiesta de la anunciación de la Virgen, que decía así: «Entre San José y La Virgen, llevan las pieles de los corderos a vender a Huerta.» Este es un pueblo de la provincia de Burgos, que en aquellos años tenía un famoso mercado semanal todos los lunes, lo mismo que en San Esteban había otro los martes, y en El Burgo, los sábados.

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