Acabo de pasar unos días de descanso en nuestro Coto Redondo, y he podido comprobar la gran labor social que hacen silenciosamente las personas que regentan los Teleclubs.
Si se llegaran a cerrar, sería una de las peores noticias y una desgracia para todos. Principalmente para los que residen habitualmente en nuestros pueblos, pero también para los que pasan los fines de semana, los que están algunas temporadas más largas, y los que vamos a pasar el verano para descansar de la vida en las ciudades.
Los pueblos quedarían prácticamente desérticos, ya que nadie se acercaría ni haría una parada en ellos. Sería una pena.
Desde mi modesta opinión, las personas que se encargan de mantener abiertos los teleclubs contribuyen con su trabajo y su dedicación a mantener viva la vida social de nuestros pueblos.
Su mérito es mayor, sabiendo que no van a hacerse ricos ni millonarios, entre otras cosas debido a las pocas ventas y los bajos precios de las consumiciones.
Los teleclubs representan un lugar para reunirse unos con otros, siendo frecuentes las amigables charlas entre los que viven todo el año y los que venimos de vez en cuando, hablando de cómo se han pasado los últimos 365 días lejos de nuestros pueblos, y contando anécdotas y chascarrillos. También cantando alguna que otra jota de Aragón o de Navarra, y otras canciones del momento.
Por lo tanto les doy las gracias por la gran labor y el bien Social que están haciendo a nuestros queridos pueblos.
Finalmente, hago un llamamiento al Excmo. Ayuntamiento para que mime a las personas que rigen estos locales sociales, encontrando la manera de proteger la labor que desempeñan y liberarles de las cargas de impuestos y contribuciones que harían imposible que continúen manteniendo los teleclubs abiertos.