Vida de Jonás Encabo contada por él mismo

Más o menos os cuento como emigré a Cataluña. Yo me vine a Blanes (Girona), primer pueblo de la Costa Brava, el día siguiente de Reyes de 1952. tenía 19 años. Fue casi sin pensarlo, pero ocurrió que un amigo mío de toda la vida, nieto del tío Joseón y de la tía Antonina, que en paz descansen, que ya se había venido a Blanes unos meses antes me escribió una carta diciéndome lo bien que le iba, y que si quería ir yo que me mandaba el contrato de trabajo. Este amigo se llamaba Angel. Hace pocos días me he enterado que ha muerto. Le llamábamos el ángel del tío José. No me lo pensé, hice la maleta y me vine a Cataluña.

Las condiciones eran trabajar en turnos de ocho horas todos los días de la semana. Tendría 15 días de vacaciones en verano. El sueldo era 200 pesetas cada semana, mas horas extras a cuatro pesetas. La reflexión que me hice fue que como el viaje en el «Changay» (expreso de La Coruña) costaba aproximadamente 175 ptas. Pues que si no me gustaba, trabajando un par de semanas ganaría para el viaje de regreso. Pero me gustó, y mucho.

Yo no había visto nunca una fábrica, y menos tan grande como aquella. Tenía un tren particular que cargaba y descargaba dentro de una enorme nave en un extremo de la fábrica. Tenía enlace con RENFE. Éramos aproximadamente 6.000 (seis mil) trabajadores. La fábrica se llamaba SAFA (Sociedad Anónima de Fibras Artificiales). Se fabricaba seda, nylón y mas tarde otros tipos de fibras.

En el año 54 volví a fuentearmegil para entrar en quintas, después de 18 meses seguidos de «mili», sin tener ni un solo dìa de permiso, me licencié y volví a Blanes. Poco tiempo después me vine Barcelona en busca de otras oportunidades. Entré en la Escuela Industrial del Clot e hice maestría industrial, que no llegué a terminar por motivo de mi trabajo en una empresa de motocicletas «Montesa», pero que me sirvió mucho para mi trabajo. Después lo terminé por correo. Con este titulo en mi mano, asistí a una convocatoria para responsable de Control de Calidad en una multinacional del ramo del automóvil, y fui elegido. En esta empresa, que entonces se llamaba Bendix España, transcurrió el resto de mi vida laboral.

Los primeros que iniciaron la salida de nuestro pueblo de forma continua fueron los hijos de mis tíos Gonzalo y pilar. Después los del tío Martín y la tía máxima. Después vino mi hermana Toni. Mas tarde me vine yo. Y así comenzó a salir un «chorreo» de gente, hacia Barcelona, Bilbao, Madrid, etc.

Creo que gracias a esta salida de tanta gente de nuestro pueblo, los que se quedaron han podido vivir mejor…. porque si hubiésemos tenido que repartir la tierra para todos … Así todos contentos, porque a los que salimos, creo que a la mayoría, no nos ha ido tan mal.