La primera noticia me la dio mi amigo Javier por correo electrónico, y era que alguien había visto en una exposición de Sorolla en el museo del Prado un cuadro en el que aparecía un hombre vestido con capote y albarcas de los que usaban antes la gente de nuestros pueblos.
Lo había comentado en el teleclub mientras echaba un subastao con otros y su compañero de juego que era ya de cierta edad le había dicho que un tío suyo contaba que cuando él era joven habían venido al pueblo unos pintores y habían pintado a su padre con capote, por lo que cabía la posibilidad de que el cuadro visto en Madrid tuviese algo que ver con ello.
No es mucho lo que tenemos, pero sabíamos que el pintor era Joaquín Sorolla, y resulta fácil consultar su obra en enciclopedias, libros de pintura o páginas web, como la del museo del Prado y echar un vistazo a la exposición que ha tenido abierta, en la que han podido verse cuadros del pintor traídos de un sitio y de otro especialmente para esta ocasión.
Conocemos que el pintor valenciano viajó por toda España desde 1910 hasta 1920 con la intención de copiar en sus bocetos los usos y costumbres de las diferentes regiones, interesándose por la dureza del trabajo de los hombres del campo y del mar y reflejando en sus lienzos el color y la luz de los paisajes que capturaban sus pinceles con maestría.
Así, en el catálogo de sus obras encontramos un Baile valenciano en la huerta, muchas escenas de pesca, un grupo de Aldeanos leoneses, El concejo del Roncal de Navarra y su obra maestra titulada Castilla, La fiesta del pan, en la que pueden verse hombres y mujeres de las distintas provincias de Castilla la Vieja, entre ellos un hombre vestido con capote. Se trata de una pintura de gran tamaño con casi catorce metros de largo y tres metros y medio de alto, que representa la celebración de una fiesta en la que se ensalza el pan, como puede verse en el desfile al ritmo de la música de tamboril en la que un grupo de mujeres llevan hogazas y una multitud de personas de todas las edades, niños y mayores, mujeres y hombres, miran el paso de la procesión vestidos con trajes típicos y representando la forma de vida de las gentes de Castilla de aquellos años.
-Entre los que están mirando puede verse a un hombre vestido con capote como los que se han usado en nuestros pueblos hasta no hace mucho tiempo, a lo mejor hay quien se lo sigue poniendo, pero también puede ser que el que aparece en el cuadro sea de otro sitio…
-Es posible, pero no podemos olvidar que sólo han pasado cien años desde entonces y que vive gente de la misma familia que se lo oyeron contar a sus padres y que se conoce el nombre del que posó para hacer los bocetos.
-Lo cierto es que la tradición oral siempre es una prueba de peso que no se puede ignorar.
-Si hablas de ello en algún sitio no te olvides decir que se llamaba Luis Lucas.
-No te preocupes. Descuida que lo haré. Luis Lucas, de Fuentearmegil, es el hombre que aparece vestido con capote en el cuadro La Fiesta del Pan, de Joaquín Sorolla.