Arrojaron a un guarda a la torca de Fuencaliente.
¿Qué pasó aquel 18 de agosto de 1908 para que el guarda de campos Antonio Puente Ortiz, de 68 años, acabara arrojado a la torca de Fuencaliente al día siguiente?
El caso hizo correr mucha tinta en los periódicos de la época y llegó a tener ciertas connotaciones novelescas. El cadáver del guarda fue sacado de la torca -una profunda sima en la que no se veía el fondo- un par de meses después del suceso gracias a dos osados vecinos de la zona y al artilugio que inventaron. Nadie pagó por el crimen pese a que en el banquillo se sentaron tres personas y una cuarta como encubridora.
Podemos leer la crónica completa del suceso en el Heraldo de Soria, enrando en el enlace:
Toda una hazaña en aquellos tiempos que merece ser recordada.Gracias por ello.