Mi primera visita a Fuentearmegil en 1964

Yo vivía con mi madre en una finca de la calle Bruch de Barcelona donde ella estaba de portera, y en la misma escalera trabajaba de asistenta una chica de Fuentearmegil con la que de vez en cuando coincidía y nos saludábamos: buenos días, buenas tardes, hola, qué tal…

Posiblemente la relación no hubiese ido más allá si la señora donde ella trabajaba no me hubiese contratado como electricista para cambiarle toda la instalación eléctrica de su casa, picando las paredes y empotrando los cables con tubos, por lo que la obra duró mucho tiempo y fuimos simpatizando la chica y yo, empezando a salir juntos y posteriormente surgiendo el amor.

El dos de Octubre de 1966, nos casamos en Caldas de Montbui a, a 30 km. de Barcelona, donde vivían unos tíos míos que eran agricultores, celebrándose la boda en la Ermita de la virgen del Remei a la vez que hizo la Comunión mi primo Xavi y haciéndose el convite en la masía donde ellos vivían. Una masía es una casa de campo muy grande.

El viaje de novios lo hicimos a Mallorca desoyendo la opinión de algún familiar que pensaba que era un despilfarro, y pasados los años nos lo reprochó al pedirle prestadas diezmil pesetas para dar la entrada de un piso. En fin, sin palabras.

Estando en Mallorca decidimos coger el avión hasta Madrid, donde pasamos un par de días y desde allí nos fuimos a San Esteban en La Castellana, donde llegamos a las nueve de la noche. Entonces quisimos buscar un taxi para que nos trasladara a fuentearmegil y todos se negaron porque en esa semana había llovido bastante y como los accesos al pueblo eran caminos de tierra y gravilla, estaban intransitables. Preguntando nos dijeron que un tal Pepe tenía una furgoneta DKW, que accedió a llevarnos pero con la condición de que si no podíamos llegar tendríamos que volvernos a San Esteban.

Cuando casi estábamos llegando vimos un tractor con las ruedas hundidas en el barro y no podía salir. Había rodeado por otro lado pensando que sería mejor camino. Estaba el hombre diciendo y maldiciendo, así que paramos por si le podíamos ayudar y resulta que era un primo de mi esposa, El Pedro, que llevava mercancías para abastecer la tienda que regentaba, y subió a la furgoneta dejando el tractor y el remolque cargado y se vino con nosotros muy agradecido por el favor. Por fin llegamos a Fuentearmegil. Todavía recuerdo que el viaje desde San Esteban nos costó 200 pesetas.

Me impactó bastante en las condiciones tan duras que se vivía en el pueblo. No tenían agua en las casas, no Había cuarto de baño y se tenía que ir a la cuadra, las mugeres tenían que ir a lavar la ropa en pleno invierno al río, tenían que ir a la fuente con calderos a buscar agua o al pozo, se tenía que convivir dentro de las casas con los animales. Recuerdo que en esa época estaban vendimiando y pisando las uvas en el lagar y trasladaban el vino con pellejos a las bodegas. También recuerdo que estaban trillando alubias pintas en las eras.

Lo que quiero destacar es la gran hospitalidad de las personas del pueblo. Te ofrecían lo que tenían y si les ayudabas en cualquier cosa te venían a buscar a casa para que compartieras la comida o la merienda, o te llevaban a la bodega a echar un trago de vino.

tengo muchos recuerdos del pueblo de los 25 años que lo frecuenté. a mí siemppre me ha gustado hacer deporte y me iba haciendo futing a Cañicera todos los días, y a mi suegro le decían:

-Vaya tu yerno, las carreras que se pega.

Y el les contestava:

-Sí, sí, pero luego me jode a mí con los almuerzos que se pega.

Otra anécdota: resulta que entré a trabajar en una ingeniería de tratamientos de agua, y hacíamos montages de depuradoras por toda España incluidas las Islas, y mira por donde hice un montage de una depuradora de aguas residuales en el Embalse de La Cuerda del Pozo en Playa Pita y los días que duró el montage me llevava a mi suegro de ayudante.

Bueno, no me extiendo más. Viva Fuentearmegil.

6 comentarios

  1. Hola,
    Me ha parecido una historia buenisima, y se observa deprisa quien es el autor.
    Seguro que el pueblo de Fuentearmegil es maravilloso aunque habra cambiado mucho desde la historia que cuenta Angel.
    Bueno Angel siempre me sorprenderas. Viva Fuentearmegil, Barcelona, Montroig del Camp y Sant Cugat del Valles.
    Repito una historia de las de Angel.
    Enric

  2. Angel a escrito:
    «Lo que quiero destacar es la gran hospitalidad de las personas del pueblo. Te ofrecían lo que tenían y si les ayudabas en cualquier cosa te venían a buscar a casa para que compartieras la comida o la merienda, o te llevaban a la bodega a echar un trago de vino.»
    Y yo respondo a esto:
    No me extraña Angel que te abrieran sus puertas, ¡tu te ganas a la gente por lo extraordinario que eres! y te lo mereces.

  3. En el escrito de mi primera visita a Fuentearmegil, se me olvido contar.
    Que de esta relacion de 25 años nacieron dos hijos. Rosa Mari una gran economista.
    y Angel que es Director Tecnico de una Empresa de servicios y mantenimiento integral.
    Su Madre hoy se sentiria muy orgullosa.

  4. Muy buena historia.

    Hoy en día gracias a Dios esto ha cambiado pero en esa época los pueblos de Castilla no disfrutaban de muchas cosas.

    Un saludo para toda tu familia Ángel.

    Soy Susana, la hija de Manuel y de Germa

  5. Gracias a todos.

    Papa: me conmueve que guardes tan buenos recuerdos.

    Enric, Núria: Gracias. Con mayúsculas.

    Susana: Efectivamente, ha cambiado muchísimo la vida, tanto que ahora se vive mucho mejor allí que en las grandes ciudades. Mis hijos todavía recuerdan lo bien que se lo pasaron, como nos recibisteis, vamos, que trabajo tuve para llevármelos a Barcelona, el niño se hubiera quedado con tu hermano y con Raúl.

    Un abrazo sincero para todas las buenas personas de allí, tan generosas y francas, que sabes que por mucho tiempo que pase siempre te van a recibir con un abrazo sincero,

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