Hay varios dichos populares de nuestra tierra que hacen mención a los meses de la primavera y en especial al mes de mayo. De entre ellos comentaré cuatro.
El primero dice así: “Marzo airoso, abril aguanoso, hacen a mayo florido y hermoso”. Para ilustrar este dicho haré unos comentarios sobre el campo y las fiestas que discurren casi siempre en este mes, y digo “casi siempre” porque algunas de ellas se celebran en el mes de junio. Y digo que para mí personalmente es el mas importante porque un día de la tercera decena vine al mundo, el día del Corpus Cristi, por eso es una de las fiestas que más devoción tengo, junto a la del patrón San Gervasio, el 19 de junio, de las cuales soy devoto, dentro de las fiestas más importantes del calendario. Pero hay otros acontecimientos de mi vida personal que tienen que ver con este mes. Como he dicho antes, vi la primera luz en Santervás, donde viví más de dos décadas, y tuve la suerte de contemplar y disfrutar de las maravillas que nos ofrece la naturaleza en primavera en el mundo rural.
El día 17 de mayo de 1964, que era la Pascua de Pentecostés, a la salida de misa me estaba esperando el cartero para entregarme una carta certificada de Madrid, en la cual me comunicaban que en el plazo de 15 días tenía que incorporarme a un puesto de trabajo. Por ello me marché del pueblo el día 27 y el 28, que era la fiesta del Corpus Cristi, empecé a trabajar con un haber anual de 9,900 pesetas.
Aparte de lo anteriormente comentado, para mí es el mes que más brilla por la luz, por el colorido y la alegría que se palpa en el campo, los cánticos, los trinos y el revoloteo de los pájaros que en este mes están encubando y criando a sus polluelos en los nidos tan sabiamente construidos por ellos. Estas cosas nos las enseña la naturaleza mostrándonos todo su esplendor, el verde de las praderas y los campos de cereal. Los centenos, cebadas y trigos sacan sus espigas y a finales de mes van cambiando poco a poco de color, preludio de la madurez . Es fabuloso contemplar estas maravillas de la naturaleza, con los millares de flores de casi todas las plantas y árboles. Todas son hermosas, hasta las nocivas y venenosas, como la flor de la estepa, que es muy bonita pero si la comen las ovejas es peligrosa para ellas, y hasta puede causarles la muerte.
Antaño también era bonito ver en el campo a los labradores arando con sus yuntas, a las mujeres y mozas limpiando y escardando los trigos, cebadas y avenas, a los pastores con boina o sombrero, sobre todo a las pastoras, que sacaban de las arcas y de los baúles los pañuelos blancos que cubrían sus cabezas y resultaban de un colorido extraordinario en medio del verdor de los campos. Parecían palomas blancas.
Comentaré algunos días de este mes:
A partir de las cero horas del día 1 de mayo los mozos empezaban a pingar el Mayo, y por eso este primero de mes es distinto a los otros primeros de mes. Además, es la fiesta del Trabajo y de los Trabajadores, que se celebra en todo el mundo, y este mes está dedicado a la Virgen María y a las madres: antaño todas las noches en las iglesias se rezaba el rosario y se cantaban las Flores a la Virgen. Una de estas canciones, empezaba así: “Venid y vamos todos, con flores a María, que madre nuestra es”.
Las niñas de la escuela recitaban poesías dedicadas a la Virgen todos los domingos y festivos. Pero vamos al día siguiente, que es el 2 de mayo, fiesta de la Independencia de 1808. Algunos años el gobierno de aquella época dictaba que se guardara fiesta en los organismos oficiales y en el mundo rural. A partir de las 10 o las 12 horas debían de cesar los trabajos.
Llegamos al día 3, fiesta de la Santa Cruz, día de la Cofradía de la Vera Cruz. Todos los varones mayores de 7 años era obligado que pertenecieran a la cofradía, por eso este día tenían que asistir al rosario los hombres. Después se pasaba lista, y si alguno había faltado se le multaba con una peseta. Estaban exentos los enfermos y los pastores. Entraban en la cofradía los niños que habían cumplido 7 años y se nombraba nuevo Hermano Mayor. Los sacristanes a partir de esta fecha, a las 12 hora solar, tocaban las campanas anunciando que era mediodía y a partir de este día repicaban las campanas con el Tentenublo, un toque especial para ahuyentar las tormentas, todos los días hasta el 14 de septiembre, fiesta también de la Cruz. A mi amigo y pariente Eulogio Berzosa, le pregunté si tenía letra este repique de campanas, que quizás podía saberlo porque es hijo y nieto de sacristanes, y me dijo que hay una posible letra, que sería así:
Tente Nublo, tente tú,
vale más Dios que ciento tú.
Si eres agua, ven pa’acá,
si eres piedra vete pa’allá,
Tente Nublo, tente tú.
vale más Dios que ciento tú.
Según dice él mismo, en Santa María de las Hoyas entre la Cruz de Mayo y la Cruz de Septiembre, en la ermita del Santo Cristo de Miranda que hay en las inmediaciones del Pico Ardal montaban guardia para voltear el campanillo cuando había tormentas para ahuyentarlas de sus campos.
Otras fiestas muy bonitas se celebran en la semana de Las Letanías, con misas, procesiones con bendición de los campos, e incluso rogativas para pedir lluvia. Cuentan que una vez un niño no fue a la escuela en toda la semana, y el lunes cuando volvió, el maestro le preguntó los motivos para faltar a clase los seis días pasados. El chico le contestó:
-Mire, señor maestro, el lunes fue Letanías, el martes fue Letanion, el miércoles fueron las Letainas y el jueves La Ascensión, el viernes coció mi Madre y el sábado no quise venir yo, y el domingo por ser domingo, la semana se me pasó.
¡Vaya con el niño!, cómo se las ingenió para que el maestro no le pidiera justificación al padre. Un fenómeno del estaqueo.
Estas fiestas pueden ser algunos días antes del día 15, fiesta de San Isidro Labrador, patrón de los labradores. Es festejada en casi todos los pueblos, con misa procesión, bendición de los campos, actos culturales y lúdicos. Se sacaban a las calles yuntas de bueyes, toros y vacas, luciendo en los ubios o yugos melenas nuevas exclusivas para la ocasión. Las mulas ataviadas con las cabezadas y las colleras más elegantes y los mejores arreos. Destacamos los magníficos collares con las grandes zumbas en las yuntas de bovinos, las mulas con sus colleras y collerones, con campanillas y cascabeles. En Santervás también se celebraba con unas costumbres ancestrales, que empezaban la noche del 14, cuando las mozas tiraban las losas donde ellas mismas lavaban la ropa al fondo de la Laguna y alguna de las piedras de la pared que protegía a la laguna y también las tiraban al pilón de la fuente donde bebían agua los animales, para que los mozos trabajaran mas para limpiar o remondar la Laguna y el pilón. Siguiendo la costumbre, por estos trabajos las casas abiertas del pueblo tenían que dar dos huevos a los mozos, con los que por la noche iban a merendar o a cenar a la cantina. Después había bailongo.
Otra fiesta es la Pascua de Pentecostés y segundo de pascua. La fiesta más bonita era la del Corpus Cristi, con misas y procesiones por el centro de los pueblos. El recorrido era adornado por las mujeres levantando altares, adornando las calles con las sábanas más bonitas bordadas, las colchas, los edredones, mantas típicas y otros adornos. La víspera por la noche los mozos enramaban las calles y las casas donde vivían las mozas con ramas de chopo y de olmo, levantaban arcos y los niños después de salir de la escuela iban al campo a recoger cantueso para echar en las calles por donde pasaba la procesión.
Algunos años varias de estas fiestas se celebran en el mes de junio. Son fiestas que se llaman móviles, porque dependen de cuándo cae la Semana Santa.
Y llegó el 31. En la tarde noche, como todas las anteriores, se rezaba el rosario en la iglesia, se cantaban las últimas Flores y se despedía el mes con poesías de despedida por las niñas dedicadas a la Virgen, haciendo alusión al mes que terminaba. Recuerdo parte de una:
Ya se va mayo, María,
y tú también te vas
y a mí solita me dejarás.
En los primeros días de junio los mozos quitaban el mayo, y lo que conseguían vendiéndolo se lo gastaban en la cantina.
En relación a los dichos de los meses de primavera, el segundo dice así: “Tres jueves tiene el año que brillan más que el sol: Jueves Santo, Corpus Cristi y el día de La Ascensión. Los organismos oficiales han trasladado esta fiesta al domingo siguiente.
El tercero aconseja: “Los caracoles y los espárragos de abril, para mí, los de mayo para mi amo y los de junio para ninguno.
Y para terminar, el cuarto dicho hace referencia a la lluvia de mayo, dando opinión sobre un buen trabajo o alabando un buen remedio: “Esto es tan bueno como el agua de mayo”.
Os animo a que contempléis y disfrutéis en el campo de las maravillas que ofrece y nos da gratis la naturaleza en la primavera, y especialmente en mayo.