La caballada de don Pedro Nuño

Todos los años el domingo de pentecostés se celebra en Atienza, un pueblo de la provincia de Guadalajara, la hazaña hecha por don Pedro Nuño de Fuentearmegil en el año 1158 con el fin de salvar al rey Alfonso VIII de sucumbir a la intención de su tío Fernando II de León de apoderarse de Castilla.

Alfonso VIII llegó al trono a los tres años de edad huérfano de padre y madre, y quedó bajo la protección del Conde de Lara, cuñado de Pedro Nuño por estar casado con su hermana. Fue en ese momento cuando el rey leonés pretendió apoderarse de los derechos de sucesión del Rey Niño y el caballero de Fuentearmegil le puso a salvo a caballo en una hazaña que le llevó cabalgando de Soria a San Esteban, de San Esteban a Atienza y de Atienza a Avila, que ha pasado a las páginas de la historia de España por su importancia y su heroicidad. Esta es la conmemoración que se celebra todos los años el domingo de Pentecostéss en Atienza en una romería llena de colorido y tradición.

«lo que se festeja no es la entrada de don Pedro Núñez en Atienza con el rey niño, sino la salida. Tras llegar al pueblo, estuvieron alojados varios días en él hasta que la guardia del rey de León llegó al pueblo con la intención de registrar todas las casas y apoderarse de él. Entonces los arrieros del pueblo decidieron organizar una fiesta y salir todos en mula o a caballo en procesión para despistar a los enemigos. Mientras los guardias les persiguieron don Pedro Nuño salió a caballo con el niño en brazos camino de Avila, donde el rey permaneció seguro hasta los catorce años. Desde entonces, y en agradecimiento también a todos los privilegios que a lo largo de su vida Alfonso VIII concedió a Atienza, se repite la procesión a caballo desde el pueblo hasta la ermita de la Estrella, a 3 kilómetros de distancia.

La Caballada comienza a las diez de la mañana. Es una fiesta muy colorida. En la Plaza Mayor del pueblo se reúnen todos los arrieros de la Cofradía con sus trajes negros castellanos de terciopelo con vistosos bordados. Unos llevan capa larga y negra, y otros no la llevan. La razón de que sea así es que la capa se considera un mérito que el cofrade adquiere una vez que sirve durante un año a la Cofradía. En la Plaza Mayor de Atienza, se pasa lista de arrieros, y después se procede al pago de las multas por incumplir alguna de las normas de la misma. Las multas se siguen pagando en LIBRAS DE CERA, como antiguamente. Después, sale la procesión precedida de dos gaiteros montados en burro seguidos de todos los cofrades a caballo. Cuando se llega a la ermita, los caballistas bailan ante la virgen, subastan roscas y comen juntos. Por la tarde finalizan con carreras de caballos.»

Se trata de una fiesta con más de ochocientos años de historia que tiene su origen en la salvación del reino de Castilla protagonizada por don Pedro Nuño de Fuentearmegil. Con el tiempo se ha ido transformando en una celebración tradicional, a medias entre lo religioso y lo folclórico y convendría que las dos poblaciones, Fuentearmegil y Atienza, tuviesen algún contacto entre ellas con el fin de remarcar el enorme valor histórico de los acontecimientos que se celebran.

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