El nombre del Coto Redondo de Fuentearmegil a lo largo de la Historia.

La palabra con la que reconocemos a una ciudad, un pueblo o un paraje, en la mayoría de los casos tiene un significado conocido, como El Cañón del río Lobos o El Alto del Castillo, pero en la mayoría de las ocasiones ha ido cambiando a lo largo del tiempo y es más difícil saber lo que quiere decirnos. Algunas veces podemos adivinar su significado original, como en el caso de Valdelalobera, que nos trae recuerdos de un tiempo en el que habría muchos lobos por esa zona, o el caso del Regachal, que nos parece que describe el paraje que lleva ese nombre como un lugar apropiado para el cultivo de vega con plantas que necesitan mucho regadío. La Carrascá sería un monte de carrascas, aunque ahora no quede ni rastro de ellas, y Lagolinosa sabemos que hace cien o doscientos años se le conocía como Laguna Hermosa, de donde se derivaría su forma actual.

En el caso del nombre del Coto Redondo, tenemos la intuición de que podría encerrar algún sentido que la palabra no acaba de desvelarnos, pero que nos incita a profundizar en su posible significación.

Evidentemente, estamos ante una palabra doble formada por dos simples, en que la primera de ellas alude a una surgencia de agua, pero eso no ayuda mucho porque precisamente lo que son fuentes, fuentecillas y manantiales son tan abundantes en nuestro término municipal, que incluso existe la hipótesis razonada de que la raíz lingúistica de la segunda parte del nombre podría ser de origen supuestamente árabe y aludir a la abundancia de agua en todo el terreno que conforma el valle del río Perales.

Pero no es tan fácil como hasta aquí podría deducirse. La segunda parte del nombre en algunos textos históricos se escribe con la letra H inicial, y ello podría hacer referencia a algún patronímico de vestigios visigóticos, sugiriendo propiedad o dominio en favor de alguien llamado Hermegil o Hermegildo.

Si rastreamos el nombre del pueblo en los Libros Parroquiales, comprobamos una gran discontinuidad en su forma de escribirlo: en muchas de las veces aparecen las dos palabras separadas con un espacio en blanco, y al menos en una de ellas están unidas con un guión. Llama también la atención la fluctuación de las dos consonantes líquidas, variando la letra R y la letra L hasta decantarse por la forma actual. La gutural también oscila entre la J y la G, terminando por afianzarse ésa última. Por fin, encontramos la letra X, muy probablemente con sonido gutural fuerte, muy probablemente en similitud con ejemplos similares de los que se le supone que así sería, lo que no puede contrastarse por la ausencia lógica de muestras de habla. En un caso se da la presencia de la letra X al final de la expresión escrita, pero creemos que podría tratarse de una errata o una vacilación del transcriptor.

Ponemos algunos ejemplos del nombre histórico del pueblo tomados de los Libros Parroquiales:

  • 1588: Fuente-almexil
  • 1599: Fuente almegil
  • 1615: Fuentealmegir
  • 1643: Fuentealmexir
  • 1684: Fuentehermexil
  • 1687: Fuentehermejil
  • 1694: Fuente Armejir
  • 1720: Fuente Hermegil
  • 1732: Fuente Armejix
  • 1816: Fuente Armegil

La investigación está totalmente abierta, y no descartamos que una investigación más en detalle nos sorprendería a buen seguro con muchísimas otras novedades y las subsiguientes consideraciones de distinta naturaleza.

De hecho, quinientos años antes del registro de los Libros Parroquiales, en el año 931, en el primer tercio del siglo X, aparece ya el nombre de nuestro pueblo, reseñando que Doña Elvira, nieta del Conde Fernán González, era Señora de Fuentearmegil.

En 1157, un hidalgo castellano con nuestra referencia geográfica en su enseña heráldica interviene en la consolidación de la Corona de España en favor de Alfonso VIII, y puede ser el mismo caballero que peregrina a Jerusalén acompañando al conde don Rodrigo el Franco, según se dice en el libro del Conde Lucanor, escrito en 1335, por lo que el nombre de nuestro pueblo ha pasado a formar parte por mérito propio de la Historia de la Literatura española de todos los tiempos.

Nota: Este artículo ha podido ser escrito gracias a la colaboración de Crispín Antón Vicente, que ha tenido la generosidad de facilitarme todos los datos necesarios para poder escribirlo, por lo que quiero agradecérselo muy especialmente.

3 comentarios

  1. Hola, Eutiquio! Una curiosidad: en mi casa se ha dicho toda la vida FuenteErmegil, con E en vez de con A.
    Mi madre es de Fuencaliente e incluso hemos tenido parientes allí. Me sorprendí la primera vez que vi el nombre bien escrito.
    Es una cosa de mi casa o en Fuencaliente lo llamaban así?

  2. el uso coloquial del nombre de fuentearmegil puede producir distintos modos de pronunciación debido a la mayor comodidad de la boca. Yo recuerdo de niño que decíamos Sayonardo en vez de San Leonardo, o Sanisteban en vez de San Esteban.

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