EL MOLINO DE FUENCALIENTE

Vetusto caserón hoy decadente,
de piedras y sillares construído,
quiero antes de que seas derruído
cantar tu gran labor en Fuencaliente.

Es tu porte altivo y elegante,
recio y firme sobre tus cimientos,
revives en nosotros los momentos
perdidos en las aguas de tu estanque.

Una reliquia hoy eres del pasado,
un reflejo fiel de aquellos años,
un lugar feliz por mí añorado.

Tus aguas sirven hoy de medicina
que alivian los calores en los baños
de la gente disfrutando en tu piscina.

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