Los quintos

Buenos días amigas y amigos del coto redondo de Fuentearmegil historias y costumbres ďe obligado cumplimiento. El día 19 de febrero de 1961 fue domingo y el tercero, como lo es hoy, por cierto estuvo muy desagradable y frío no como lo está hoy que parece primavera excepto a la mañana, en aquellos años en este domingo, el tercero, se celebraba la fiesta de los quintos. es decir se entraba en quintas del reemplazo.

Unas semanas antes,los mozos que nacimos en año 1940, recibimos en nuestro domicilios, una citación, firmada por el excelentísimo señor alcalde,el alguacil era el encargado de llevarlas a nuestros domicilios,para que nos presentaremos en la secretaría del ayuntamiento, para pasar el reconocimiento médico, ser pesado y tallado,y darte acto o no acto para cumplir el servicio militar, en aquellos años los ayuntamientos eran los encargados de hacer este servicio al estado.

Todos los mozos, que el año anterior habían cumplido los 20 años se tenían o nos teníamos que presentar. Este año fuimos siete mozos. estos son sus nombres. 

De Fuentearmegil: Albino la Poza Cabrerizo. Salvador flores romero. De Fuencaliente: Alvaro Lagunas Antón y Antonino Cabrerizo Cabrerizo. De Zayuelas: Honorio Ortega Carro y de Santervás vuestro amigo Mariano. Quiero recordar que había otro de Zayuelas, en estos momentos no recuerdo su nombre lo lamento. Después del acto de la talla y reconocimiento médico. el sr. alcalde nos dio una pequeña cantidad de pesetas, para que celebráramos la fiesta de los quintos, para sufragar en parte los gasto, el resto lo hacíamos a escote. Recuerdo que compramos un cabrito, que Eutiquio Garcia lo sacrifico y en su bar tuvimos la comida y la cena de cabrito y otros ingredientes. Después el correspondiente baile hasta las 12 o las 24 horas amenizado por Justino. En algunos años no había baile si ya estábamos metidos en la cuaresma, entonces se pedía permiso al párroco don Boni algunos años si daba permiso, y otros no, dependía como tendría el día, nosotros no tuvimos que pedirlo, ya que el párroco don Julio Martinez residía en Fuencaliente. Con esta historia quiero recordar el 62 aniversario de esta fiesta. También tengo un recuerdo especial a los que ya no están con nosotros, Albino, Salvador, Alvaro y Honorio. Que Dios les tenga en su gloria.

Esta fiesta también la celebró el excelentísimo ayuntamiento, una vez terminada la sesión y sin el protocolo del acto, lo celebraron con un exquisito banquete, donde no faltaron los cafés, los puros y los buenos coñac, antes así se decía, ahora se les conoce por brandis, tampoco faltaron otros licores. Si amigas y amigos este día era un fiesta grande para los quintos y para el ayuntamiento.

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