Las fotos y los dibujos del libro

Lo que hace distinto Cuentos de un pueblo con Picota de las dos obras anteriores es que va acompañado de bastantes fotografías y dibujos, haciendo que resulte más atractivo tanto para los que les gusta leer como también para los que les gusta pasar un rato ojeando las páginas en busca de imágenes que les recuerden algún sitio conocido.

Al principio la idea era que el libro fuera como los otros,sin ilustraciones, pero hablando sobre esto y aquello con Chari me comentó que conocía a alguien que hacía dibujos a plumilla sobre costumbres y paisajes de estos contornos y que estaría bien ponerlos en el libro. Después, hablando con la editorial me dijeron que ellos pensaban lo mismo y que hasta podíamos poner fotografías sobre cosas de las que se hablase en los cuentos.

El resultado es un libro formado por veinticinco cuentos ilustrados con imágenes de la picota, los gaiteros, un grupo de hombres jugando a las cartas, un rebaño de ovejas, unas abuelas pegando la hebra sentadas en la calle, y otras muchas escenas conocidas que todos recordaremos al verlas de haberlas visto alguna vez cualquier día en nuestros pueblos y de participar nosotros mismos en ellas.

Los que conozcáis mejor esto, os daréis cuenta de que los dibujos están hechos en berzosa, sobre todo por la iglesia, que igual es la de mayor valor artístico de por aquí, y por el trazado de alguna calle, pero creemos que esto viene bien para ensanchar el marco de los lugares donde se vivía hasta hace unos años de un modo parecido al que se refleja en el conjunto de los relatos, que venía a corresponder con una zona de la provincia bastante amplia, entre la parte de pinares y la ribera del duero.

De las fotografías la que más puede llamar la atención es la que muestra una panorámica de fuentearmegil tomada hacia 1960, antes de la concentración parcelaria, y de las obras públicas para la acometida del agua corriente en las casas y la pavimentación de las calles, lo que convierte el documento gráfico en algo histórico de gran valor para estudiosos y para nostálgicos, al mismo tiempo que nos permite pensar sobre el progreso que han experimentado nuestros pueblos en estos cuarenta o cincuenta años aunque no nos demos cuenta de ello.

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