Dejadme vuestro pañuelo
para enjugar mis lágrimas
que voy a emprender el vuelo
hacia una tierra muy lejana.El humo se va a las nubes
y el fuego ya se ve arder
la carne está en la parrilla
porque hoy… es San Andrés.No oiremos campanadas
ni la misa, ni sermón
ni los cohetes sonoros
de la larga procesión.Viejos recuerdos aquellos
de otros tiempos ya pasados,
hoy ya solo es el recuerdo,
y vamos a recordarlo.Es una mesa de fiesta
llena de una gran familia
de corazones ardientes
con amor y simpatía.Dios nos dé a todos salud
para poder celebrar fiestas
contemplando nuestros rostros
con una alegría inmensa.¡Viva y viva los Berzosa!
todos los que estamos reunidos,
y vivan todos los demás
los que a nosotros están unidos.
Nota: Rememora una reunión familiar en Igualada en los últimos años del siglo XX, con motivo de la presencia de Juan Berzosa Cabrerizo en Cataluña, que en esa época pasaba temporadas en casa de su hija Concha en Barcelona.