El cuerno, instrumento primigenio de aviso y de llamada

Recordar es volver a vivir, y hoy quiero rememorar todo lo que representó en nuestros pueblos el uso del cuerno como medio de comunicación a lo largo de los siglos, hasta la llegada de otros modos de transmitir mensajes colectivos o particulares. Unas veces se usaba para anunciar lo que correspondiera, y otras veces para convocar a los vecinos para algún objetivo concreto.

Se elaboraba a partir del cuerno de algún buey sacrificado por alguna enfermedad o alguna desgracia de las que en ocasiones se producían en el campo, como perniquebraduras malas o por despeñarse en algún barranco. Elegido un buen cuerno, se le vaciaba el tuétano, y se serraba la punta hasta conseguir una embocadura de quince o veinte milímetros. Después, sólo quedaba afinarle los bordes de un lado y otro con una escofina, y hacerle un agujero pequeño por la parte más ancha para meterle una cuerda y poder colgarse.

Solían llevarlo los pastores en los zurrones para avisar de su paradero cuando necesitaban hacerlo, pero principalmente el vaquero que iba con la vacada, y más que nadie el alguacil, que lo empleaba como llamada de atención cuando tenía que dar un bando.

El vaquero lo tocaba cada mañana desde la picota, que entonces estaba delante de la casapueblo, hoy el teleclub. para que los vecinos soltasen los bueyes y poder llevarlos de pastoreo.

También se tocaba a casapueblo, algunas veces por sorpresa, para hablar de temas de interés como ir de estorbados a mondar el río, limpiar caminos o recoger las moñigas de los bueyes esparcidas por todo el campo, que luego se remataban entre todos para aprovecharlas como estiércol.

En el mes de junio, alrededor del día de San Juan, el aguacil tocaba para ir de estorbados a segar el prado, que hacían todos los vecinos a dalle, haciendo montones de hierba que después se sorteaba para que sirviera de pienso de la yunta por el invierno.

El día de San Pedro se sorteaban las eras. Cada vecino marcaba la suya con cuatro estacas con su nombre, que clavaba una en cada esquina de la que le hubiese correspondido. después de repartidas, se reunían todos en un terraplén que había en la orilla del camino, frente a la mitad de las eras, para beber y merendar.

Algunos días señalados, el motivo del toque era reunirse en la casapueblo en concejo, para cambiar opiniones entre unos y otros sobre asuntos de interés del pueblo. Se conocía como Ir a Beber porque el Ayuntamiento ponía el vino de la bebida, y cada vecino llevaba una fiambrera con chorizo, magro o algún torrendo como merienda. Una de esas veces era el día de Añonuevo, y se utilizaba con cierta ceremonia la copa de plata que custodiaba el Ayuntamiento para celebrar acontecimientos de especial relevancia.

Con el andar del tiempo el cuerno fue perdiendo su función, al dejar de emplearse las caballerías como animales de tiro por la mecanización agraria, y el alguacil tocaba una corneta y luego anunciaba:

– Por orden del señor alcalde hago saber…

En resumidas cuentas, podemos afirmar que desde la más remota antigüedad, el cuerno fue el instrumento primigenio que se empleó en muchos pueblos como los nuestros para transmitir mensajes de aviso o de convocatoria, hasta la llegada de los modos modernos de los que ahora disponemos para cumplir el mismo cometido con mayor eficacia, y detenernos a hablar otorgándole el valor que siempre tuvo, considero que es una forma de resaltar su importancia y contribuir a su recuerdo.

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