!Cuéntame un secreto, lector!
Bucea en los estantes de tu memoria y recuerda algo que te evoque felicidad, que te transporte lejos de estos momentos convulsos que ahora vivimos, las vísperas de las fiestas de San Roque o del Carmen, un partido de fútbol, el día que te nombraron Reina de las fiestas….. Yo te voy a contar uno de los míos.
Hay mucho trajín en casa, se barrunta algo grande:
Chico, vete a preparar el banco para echarle unos calderos de agua y afila los cuchillos. Saca también unos haces de encañadura de los de centeno , mientras voy limpiando los ajos y cortando la hogaza de pan para hacer las morcillas y avisa a la familia que mañana……matamos la cochina.
Despertar en esas mañanas blancas y frías, con los tíos y los primos rondando ya por la casa con un rosco y una copa de aguardiente en la mano, preparándose para la faena. Bien dice el refrán: !Eres más grande que el día de la matanza! Pensar que durante dos días vas a estar conviviendo en buena armonía con la familia, acercando agua caliente, asando hígado y somarrillo para almorzar, ayudando a las mujeres a lavar las tripas en el río para hacer los chorizos y las morcillas, untar con mondongo a las primas, jugar una partida a las cartas con dos barajas, trasnochar y poner coscoro en las casas de los vecinos que también están de matanzas, estar al tanto de la caldera donde se están cociendo las morcillas y , comer alubias negras con nabo, cenar patatas con carne, preparar un chocolate con churros de madrugada antes de irnos a dormir,… Cuántas cosas en tan poco tiempo. El día era importante y el propio acto de la matanza servía para estrechar lazos con la familia y vecinos y garantizaba un invierno y el tiempo de siega siguiente sin escasez de alimentos. El cerdo era la despensa de las familias, sobre todo en los pueblos donde había menos variedad de recursos.
Te he contado uno de mis recuerdos más gratos, ahora te toca a ti, lector.
Recuerdo un dia regresando de un montage , y pasar por el Pueblo que habian matado un cerdo el Vicente de la Fe.
Y me invito a cenar . Junto con otras personas que hayudaron a la Matanza.
Terminamos a la Madrugada
Jungando a las cartas al subastao , y con chocolate desecho.
Menudo empacho. Para luego coger el coche y seguir hasta Barcelona me lo pase Genial. Nunca habia presenciado esta clase de eventos.