Ha muerto el Cachorro

Escribo estas letras un día de finales de enero en que el Cachorro cumplía años, aunque no creo que mucha gente le felicitase por su cumpleaños.. Ya no importa. Hace tres semanas ha muerto.

Me llamaron por teléfono de Barcelona para decírmelo:

-?Sabes que El Cachorro ha aparecido muerto en su casa del pueblo?

No. No lo sabía, y la noticia me dejó un poco desconcertado. Yo le conocía poco pero fue un personaje singular desde bien joven y su muerte ha sido, como su vida, un estar en todas las lenguas y en todos los pensamientos. Desde hace unos años vivía solo en una casa muy pequeña que él mismo se había hecho en un solar de su padre mirando hacia las eras en la que puso un letrero del partido comunista.

-Una vez se presentó para alcalde y no salió pero no creas que le votaron pocos. Luego lo fue dejando y a última hora su colaboración era sólo la venta de participaciones de lotería por Navidad de algún partido de izquierdas pero no sabría decirte de dónde se las mandaban.

-Cuando lo de Urtain, aquel famoso que ganaba todos los combates hace treinta o cuarenta años, quiso meterse boxeeador pero le darían un golpe en mal sitio o no valdría, que eso nunca se sabe. La cosa es que le dio por hacerse esparrin y no sé si le iría mucho mejor. Debía de viajar mucho porque se le podía encontrar en los sitios menos pensados. Un día uno se topaba con él en el aeropuerto de Bilbao, al cabo de unas semanas se le veía en el puerto de Valencia y pocos días después en la estación de autobuses de Madrid de la calle Alenza, que ya ni estará allí, imagino.

Uno de sus primos que vive en Suiza y estaba de vacaciones se lo encontró unos días antes en la cama con algo de gripe pero no quiso que avisase al médico.

-No me extraña porque era de los que al catarro con el jarro. No digo que bebiera mucho, aunque una cerveza o dos sí solía meterse entre pecho y espalda cuando se terciaba. Al entierro acudió mucha gente de fuera y hasta el cura de Fuentearmegil rezó un responso en el camposanto porque él no quería que le llevaran a la iglesia.

-?Tú crees que era ateo?

-Hombre, eso no puede saberse. Desde luego las campanas no le levantaban de la cama y mientras misa podía estar tomándose el vermut pero como tantos otros que lo tomábamos con él y nadie diría de nosotros que éramos una cosa o éramos otra.

-?Qué le pondrías en su lápida?

-«Lo intentó pero no lo consiguió». Pienso que en sus años jóvenes soñó con llegar a ser algo importante. Que creyó que es posible llegar a ser algo grande viniendo de una familia corriente pero no tuvo suerte y eso le convirtió en un incomprendido.

-No sé por qué tengo la idea de que tenía una personalidad un poco contestataria pero no sé si sería así o todo lo contrario. Muchas veces son los demás los que crean nuestros propios personajes y nada parecido a lo que de verdad somos. Si hubiese llegado lejos muchos le consideraríamos un héroe y estaríamos orgullosos.

Lo cierto es que iba a cumplir sesenta y cuatro años y que hace tres semanas ha muerto seguramente que de un enfriamiento sin importancia. Que ha muerto el Cachorro. Que ha muerto Mariano Encabo.