Cuentos de un Pueblo con Picota

Agradecimientos

Son muchas las personas que han colaborado en que cuentos de un pueblo con Picota sea mucho más que cualquier otro libro que podemos encontrar en los escaparates de las librerías. Al leerlo nosotros sabemos que habla de algo nuestro, de algo que sentimos por dentro porque sabemos que aunque no lo hayamos vivido nosotros mismos seguro que le pasó o pudo pasar a alguno que conocemos.

Antes de meterme con otra clase de explicaciones, quiero quiero copiar aquí la página de agradecimientos que figura al principio del libro.

Dice así:

Mi gratitud y mi mayor reconocimiento a Silvano Andrés de la Morena y María Ángeles Maeso, poetas de Soria en activo, por las dos citas incluidas de su creatividad poética, reforzando con ello la idea principal de la obra. La calidad extraordinaria de vuestra poesía es una aportación relevante que hace nuestra provincia al panorama de la literatura española actual.

Quiero agradecer especialmente la colaboración desinteresada del pintor Cruz López, enamorado de Berzosa, cediéndome los evocadores dibujos de las ilustraciones, que hacen más cercanos los relatos dotándoles de imágenes.

A Chari gómez Ortega, madre de Diana, la importante ayuda recibida en estos años, facilitándome copias de documentos antiguos, un cuaderno repleto de anécdotas y costumbres y su recopilación de cantares tradicionales de Santervás. Es admirable su facultad para ejercer su profesión a muchos kilómetros de distancia y permanecer sintiéndose vecina entre los vecinos del pueblo.

A Paula Valdezate, por todas las horas invertidas en la revisión, la corrección ortográfica y de erratas de los textos y el formateo final del libro. El tiempo dedicado a efectuar estas tareas es esencial para la terminación de un trabajo bien hecho.

A Juan Francisco Aguilera, que sigue la tradición de los dulzaineros de nuestros pueblos heredada de su padre, y ha estudiado a conciencia la vida de don Pero Nuño como personaje histórico y literario.

A Jonás Encabo, que me facilitó la letra de Las Marzas de Fuentearmegil cantada por Primitivo Cabrerizo y numerosas costumbres y palabras sacadas del arca de la memoria sin las que hemos ido empobreciendo nuestro lenguaje.

Y a Daniel, Juan, Noelia y todos los que de palabra o por correo electrónico me han permitido arrancar del pasado estos retazos de vida en un gesto de reconocimiento y consideración hacia los que antes que nosotros vivieron en estos pueblos.

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