Compromiso y sentencia sobre el término comunero que tienen los concejos de Fuentearmegil y Miranda del Pinar

En fuentearmegil, a quince días del mes de Septiembre de 1461, ante Martín Fernández de Arrancia, alcalde en dicho lugar, y en presencia mía, Juan de Ortega de Berlanga, escribano de nuestro rey, notario público de su corte, su reino y sus señoríos, y de los testigos señalados más abajo, compareció Juan García de Fuencaliente, vecino del lugar, y hombres buenos del valle de Fuentearmegil.

Sepan cuantos esta carta de sentencia arbitraria vean, cómo nos,, don Pedro, abad por la gracia de Dios del monasterio de san Pedro de Arlanza, y nos, doña Teresa de Salcedo, abadesa de Fuencaliente por la gracia de Dios, alcaldes, amigos, árbitros, arbitradores, amigos, amigables, componedores, jueces de avenencia tomados y escogidos por el concejo de Miranda del Pinar y por el concejo de Fuentearmegil para librarlos y resolver todos los pleitos y debates existentes, según un compromiso hecho y otorgado ante el citado Pedro Ruiz, y vistas por nosotros todas las demandas, querellas y acciones que los referidos concejos tenían entre ellos, y considerado lo que ambas partes quisieron decir, razonar y alegar ante nosotros, y nos pidieron sentencia.

Nos, sabida la verdad del hecho, por que ambas partes mejor y más cumplidamente lo pudimos saber y vistas las pesquisas hechas por Lope Fernández de Uquillas el mozo, vecino de San Leonardo, ante el referido Pedro Ruiz, escribano en ambas villas, y las exposiciones de los testigos, por cuantas partes lo pudimos saber, y teniendo a Dios delante de nuestros ojos, y de acuerdo con el consejo dado sobre todo ello por hombres letrados y entendidos en fuero y derecho, y por virtud del poder otorgado por los concejos a sus procuradores por dos veces.

Mandamos y damos por nuestra sentencia y porque vimos un compromiso y sentencia dado por Martín López de Ularte y Diego Fernández, escribano, sellada por Fernando Martínez, escribano de la villa de San Leonardo, que la damos por buena y válida, y que valga y sea firme para ahora y para siempre.

Dicha carta no declaraba bien hasta donde era el yermo y la reyerta entre ambos concejos y cuál era lo labrado y cuánto, ni para nosotros, los señores y los que después de nosotros vendrán ni para los vasallos de los pleitos, ruidos y escándalos, que podrían seguir ocurriendo.

Mandamos por bien de paz y concordia se entienda como reyerta, manga y comunera entre los concejos de Miranda y Fuentearmegil y sus aldeas desde los mojones terminales que van del mojón que está en el roble llamado de Los Castillejos que parte término con Ucero dichos concejos, y desde allí van los mojones terminales de derecho en derecho a orilla de El Carrascal del valle de Fuentearmegil hasta la torca de Edigo, desde donde vuelven los mojones de la manga, reartado y yermo entre ambos concejos por la lastra hasta Miranda, y van de derecho en derecho mojones afilados a ojo de los terminales que van a dar a dicho mojón del roble de Los Castillejos, que son los mojones que doña María González de Avellaneda, abadesa de Tórtoles, renovó con determinados testigos que nosotros tomamos para saber la verdad.

Entiéndase que el yermo y reyertado entre unos y otros mojones lo han de labrar para pan los vecinos de Miranda y sus aldeas y no los del valle de Fuentearmegil, que deben labrar lo heredero y lo que fue labrado en otro tiempo y también lo que apearon Pedro Martín y Juan García de Hinojar, vecinos de Rejas de Ucero, lo que buenamente se pueda labrar para pan y lo otro que lo dejen como yermo por ambos concejos.

Que los del valle de Fuentearmegil guarden los panes que tuviesen sembrados los de Miranda y sus aldeas en lo que estuviese yermo entre los mojones que lo pasten ambos concejos de noche y de día guardando los panes, y corten la leña que estuviese entre unos mojones y otros, y cuando los dos concejos quieran que guarden y pasten el yermo que hay entre los mojones de noche y de día con sus ganados mayores y menores, y corten el monte que haya cuando los dos concejos quieran, y lo guarden cuando quieran y guarden los panes por donde estuvieran y pasten lo que estuviese yermo, y si comieran el pan que paguen como es costumbre.

Y por esta nuestra sentencia definitiva juzgando, arbitrando, sentenciando, componiendo, declarando, lo mandamos todos así que valga y sea firme y válido para ahora y para siempre, y lo guarden y mantengan ambas partes y cada una de ellas bajo el compromiso y la pena pagada o no pagada. Esta sentencia valdrá para ahora y para siempre.

Y rogamos y pedimos a cualesquiera alcaldes, jueces, jurados, merino, portero, ballestero o justicia cualquiera, así eclesiástica como seglar, ante quien esta carta apareciese o fuese pedido cumplimiento de ella, que lo haga tener y guardar y cumplir de la manera que en ella se contiene.

Y para que ésto sea firme y no venga en duda, rogamos a Pedro ruiz de Jaramillo, escribano del rey nuestro señor, que escribiese esta carta de sentencia y la firmasen para las dos partes los testigos que estaban presentes que vieron dar esta sentencia al citado abad y citada abadesa, Lope Fernández de Uquillas y Bartolomé, vecinos de San Leonardo, y Gonzalo Velázquez de Horcajo, merino del señor abad, vecino de Villaspasa, y Juan de Aguilar y Alonso Martínez, mayordomo de San Pedro de Arlanza, y Juan García Sánchez, de Santander, escribano vecino de Coruña, y Juan de Ayuso, vecino de Miranda, y yo, el dicho Pedro Ruiz, escribano del rey, que estuve presente.

(Falta la última hoja del texto original).

2 comentarios

  1. Hola, me parece muy interesante conocer sobre los orígenes de los pueblos ibéricos. Aunque sería muy importante dar detalles más completos sobre lugares y fechas. Por jemplo, señalar dónde queda específicamente Fuentearmegil en España.

  2. Muy interesante el articulo. Al igual que el resto de entradas.
    Por el pueblo de Miranda del Pinar, imagino se refiere a la ermita que hay en Santa Maria de las Hoyas, y por la Torca de Edigo, se referirá a la Torca de Fuencaliente.
    Se conserva el documento original de dicho pleito.
    Saludos

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