Asistimos una vez más al desmantelamiento de una industria castellana de tipo tradicional, como es la actividad del lavado de la lana después del esquilado anual de los rebaños de ovejas. Decimos que asistimos una vez más porque seguro que no será la última, lamentablemente, con la pérdida del último lavadero que quedaba en Béjar. Podemos leer el artículo en La Gaceta de Salamanca, provincia que en esta ocasión le ha tocado “la pedrea” de ver cómo van vaciando de industrias nuestros pueblos para que poco a poco vayan vaciándose de gente: